Cuando hemos pasado de las 40.000 visitas en este blog de CALLE ANCHA, recojo esta noticias de la GUIA FLAMA, firmada por Isidoro Casado.........
La vida de doña Cristina Heeren es toda una película,
entre histórica y de aventuras, ya que se ha codeado con personajes de
la talla de Ernest Hemingway, Orson Welles, Ava Gardner y la
familia Kennedy, entre otros muchos intelectuales y famosos. Estuvo
viviendo en el París (donde nació su padre en 1910) de la revolución del
mayo del 68; terminó Políticas y Literatura en la Universidad de
Columbia, en Estados Unidos…
Hasta que en el año 1955 su padre le presenta en los camerinos de un
teatro de Londres – donde continuaba sus estudios – a Antonio El
Bailarín. A partir de ahí, Carmen Amaya, Pilar López, Pastora Imperio…
Entra en juego la afición que le cambiaría la vida y que le ha hecho
estar siempre enamorada de Sevilla (en donde reside desde los años 80),
Andalucía y de España. Ha toreado de salón con el sevillano Rafael El
Gallo, pero su pasión era Antonio Ordóñez.
Comenzaron los viajes a España y a recorrer todos los tablaos del
Madrid de la época dorada del flamenco.
Y mantiene su afición al arte
jondo entre idas y venidas. Y toda esta pasión y vivencias no iban a
caer en saco roto en una romántica empedernida.
Fue en el año 1993 cuando comienza su mecenazgo artístico y docente
en el mundo del flamenco. Esta norteamericana crea la Fundación Cristina
Heeren de Arte Flamenco con total desinterés para luchar – el flamenco
siempre ha sido Patrimonio de la Humanidad, y aquí, en la Sra. Heeren
tenemos el ejemplo – por un arte que tenían que haber defendido las
instituciones públicas, ya que “Cristina ha gastado su patrimonio
soportando año tras año el déficit de la Fundación”, como destaca uno de
sus ex alumnos, el cantaor Manuel Lombo; al igual que Argentina, Luisa
Palicio, Laura Vital, Rocío Márquez, Manuel de la Luz, Alberto Sellés,
El Choro o Jeromo Segura, ente otros de los más de 2.000 alumnos de más
de 50 nacionalidades que han pasado por la Fundación en estos 20 años.
Incluso este año, la Fundación Cristina Heeren de Arte Flamenco,
dirigida por el escritor y periodista Fernando Iwasaki, ha sido pionera en impartir flamenco en la Enseñanza Secundaria,
una iniciativa que debería haber surgido de entes públicos que siguen
mirando desde la barrera, mientras la Fundación sigue adelantándose en
asuntos de tanto interés socio cultural e, incluso, económico, ya que a
fin de cuentas el flamenco es una fuente de ingresos.
El pasadio viernes 29 de enero un grupo de sus alumnos, actuales y
pasados, rindieron un homenaje, a iniciativa de la Cámara de Comercio de
Sevilla, en el teatro Lope de Vega de Sevilla,
en el vigésimo aniversario de la Fundación. El presidente de la Cámara
que representa a las empresas sevillanas, Francisco Herrero, destaca que
“su promoción del flamenco (…) ha propiciado una salida laboral y
artística a jóvenes talentos de todo el mundo”.
Pero la deuda no es solo de la ciudad de Sevilla, ya que la labor que
ha hecho Cristina Heeren en todo este tiempo ha beneficiado al flamenco
en general, por la ayuda y el sacrificio a un arte que cada vez conoce
menos fronteras, hecho en el que esta filántropa tiene mucho que ver y
que tanto ha dado al flamenco.
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